KIRYAT GAT, Israel— Ilana Gritzewsky está librando una batalla contra el tiempo para salvar a su novio del cautiverio de Hamás.
Aunque parece haber progreso hacia un acuerdo para liberar a los cautivos restantes por fases, es probable que Matan Zangauker no sea liberado en la primera etapa porque es un hombre joven. Gritzewsky está aterrorizada de que el acuerdo pueda fracasar o que él pueda morir en cautiverio antes de ser liberado.
Gritzewsky conoce de primera mano los peligros que enfrenta su novio, quien cumplió 25 años el miércoles. Ella fue secuestrada y mantenida como rehén durante 55 días antes de ser liberada durante el único acuerdo de cese del fuego anterior, hace un año. “Todos los rehenes necesitan salir”, dijo Gritzewsky. “Si no liberamos a todos los rehenes, todos los rehenes en cautiverio, estarán muertos”.
Muchos familiares de personas retenidas en Gaza no encuentran alivio en los informes de que las negociaciones hacia un acuerdo están avanzando. Las renovadas conversaciones de alto el fuego son solo el más reciente giro en más de 14 meses de angustia, desesperación e incertidumbre sobre el destino de sus seres queridos. Aún así, se dedican a hacer cabildeo por la libertad de sus seres queridos, incluso mientras el mundo pasa a otras crisis.
“Les di mi promesa a mis amigos del kibutz en los túneles antes de irme a casa. Les dije que haría todo, todo lo que tengo que hacer, para sacarlos de ese infierno. Y siempre me pregunto: ¿Estoy haciendo todo lo que puedo?”, dijo Gritzewsky, de 31 años.
Hombres armados de Hamás irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, mataron a 1.200 personas y secuestraron a unas 250, llevándoselos a Gaza. La respuesta de Israel ha dejado más 45.000 palestinos muertos desde entonces, según autoridades en Gaza, quienes dicen que más de la mitad son mujeres y niños, y no distinguen entre civiles y milicianos en su recuento.
Unos 100 rehenes fueron liberados en una breve tregua en noviembre de 2023, mientras que otros han sido rescatados o sus cuerpos han sido recuperados por el Ejército israelí. Más o menos otros 100 no han sido liberados, aunque Israel cree que al menos un tercio de ellos están muertos.
En el acuerdo en discusión, se espera que principalmente mujeres y personas mayores sean liberadas en la primera fase de seis a ocho semanas, pero muchas familias de rehenes están buscando que todos sean liberados de una vez.
Zangauker y Gritzewsky fueron secuestrados en el Kibutz Nir Oz, donde vivían juntos, y luego retenidos por separado en Gaza. Justo antes de su liberación de un túnel bajo Gaza, Gritzewsky escuchó de otros rehenes que Zangauker estaba cerca. Ella rogó poder ver a Zangauker, pero no se lo permitieron.
Hace dos semanas, Hamás publicó un video de Zangauker, filmado bajo coacción, donde describía las difíciles condiciones en Gaza y suplicaba al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que llegara a un acuerdo para poner fin a la guerra. “Habló en voz baja, pero sus ojos gritaban pidiendo ayuda”, dijo Gritzewsky sobre el video.
Aunque fue un alivio ver a Zangauker, el video no garantiza que él siga vivo hoy, dijo ella. “No quiero una foto. No quiero un video. Lo quiero aquí. Quiero a todos los rehenes aquí”, dijo.
El video trajo de vuelta algunos de los peores recuerdos de su cautiverio: los interrogatorios en medio de la noche, las condiciones insalubres, la falta de atención médica para las lesiones que sufrió durante el secuestro. Gritzewsky tenía la pelvis y la mandíbula fracturadas, y quemaduras en las piernas. Perdió la audición en un oído.
“Lo que están pasando es tortura física, psicológica y emocional, día y noche”, dijo Gritzewsky, usando un sombrero que pertenecía a Zangauker que rescató de su hogar destruido. “Conozco la psicología que usan, no tienes agua, no tienes comida, no ves la luz, no sabes qué día u hora es”.
Gritzewsky dijo que odia estar frente a las cámaras, contar su historia una y otra vez, reviviendo los peores días de su vida, en un intento desesperado por concientizar sobre la difícil situación de los rehenes y traer a su novio a casa.
Sin embargo, Gritzewsky ha sido una presencia constante en protestas y manifestaciones en todo el país junto con la madre de Zangauker, quien se ha convertido en una de las activistas más vocales por los rehenes.
Einav Zangauker, quien solía apoyar a Netanyahu, se ha opuesto virulentamente a su manejo de la guerra y está furiosa con el gobierno por no haber alcanzado aún un acuerdo de cese del fuego, acusándolo de abandonar a los rehenes en su intento de derrocar a Hamás.
Netanyahu ha dicho que la guerra debe continuar hasta que Hamas sea aplastado e incapaz de rearmarse, pero los críticos señalan que Israel ya ha asesinado a los principales líderes y destruido grandes franjas de Gaza.
Einav Zangauker, una madre soltera, ha sido implacable en su cruzada, asistiendo a manifestaciones a diario, hablando repetidamente con todos los principales medios de comunicación israelíes, e incluso subiéndose a una jaula que se izó en lo alto de una protesta para recalcar la idea de su hijo en cautiverio.
Ha exigido que los políticos busquen un cese del fuego que libere a todos los rehenes de una vez.
“Si mi hijo regresa en una bolsa para cadáveres o partes del cuerpo, no los llevaré a juicio, ¡tomaré la ley en mis propias manos!”, gritó a los legisladores durante una reunión de un comité parlamentario el lunes.
Aunque Gritzewsky ya no está cautiva en Gaza, dijo que no puede sanar hasta que los rehenes, incluido su novio, regresen a casa.
“Desde el 7 de octubre, es como si el tiempo se hubiera detenido”, dijo. “Ves el mundo corriendo frente a tus ojos, pero tu vida está aplastada como pequeños pedazos de polvo”.
