La noche del 8 de abril marcó un antes y un después en la vida de Zulinka Pérez, hija del legendario cantante de merengue Rubby Pérez. Mientras ambos compartían escenario en el Jet Set Club de Santo Domingo, una viga cayó repentinamente desde el techo, impactando fatalmente al artista ante la mirada atónita de su hija.

El derrumbe del lugar no solo terminó con la vida de uno de los grandes exponentes del merengue, sino que también dejó una profunda herida en su familia y en todo el país.

Días después de la tragedia, Zulinka decidió hablar públicamente sobre lo sucedido. En una entrevista con Lourdes Stephen para Telemundo, relató los momentos finales vividos junto a su padre: “Todo pasó tan rápido… no tuve tiempo de sujetarlo. Todo se desplomó sobre él, y ya no lo volví a ver”.

La también corista compartió que estaban interpretando juntos la canción “Color de Rosa”, aunque Rubby no llegó a terminarla debido a una reciente cirugía. Explicó que él solía cantar con los ojos cerrados, lo que probablemente impidió que notara el peligro inminente.

Además, expresó su dolor por la pérdida del saxofonista Luis Solís, quien murió al instante al ser golpeado en la cabeza por otra viga. También mencionó que el bajista de la banda continúa hospitalizado.

Entre los últimos recuerdos que guarda con cariño, Zulinka rememoró las últimas palabras que su padre le dedicó minutos antes de la tragedia: “Me abrazó y me dijo: ‘Mira qué cinturita tienes’, y yo le respondí: ‘Gracias a ti’”.

El cuerpo del cantante fue despedido en una ceremonia íntima el 9 de abril. Posteriormente, cientos de personas asistieron al homenaje público celebrado en el Teatro Nacional Eduardo Brito, para rendir tributo y dar el último adiós al querido artista.