Los transportistas de carga pesada denunciaron que viene un aumento al peaje en la carretera entre Tegucigalpa y San Pedro Sula (CA-5), provocando un duro golpe al sector y una espiral inflacionaria en el resto de la cadena de bienes y servicios en el país.
“Este es un nuevo golpe al bolsillo del pueblo y aún más al bolsillo del transporte de carga, el gremio más golpeado y no miramos la ayuda del gobierno”, dijo Mario Lagos, uno de los dirigentes de ese rubro.
El dirigente se refirió al contrato entre la concesionaria de los peajes en el país (Covi) y el Estado, en el que se establece una revisión anual de las tarifas. Los ejecutivos de esta empresa, por ahora, no se han pronuciado si habrá aumento en las casetas de la carretera a San Pedro Sula (CA-5), la única que hasta el momento pagan los usuarios.
A pesar de que los últimos tres años se hicieron las revisiones y nunca se aplicó el aumento, el dirigente consideró que este año será un hecho, según se maneja entre la dirigencia y los funcionarios que manejan este caso.
De acuerdo a las tarifas actuales, los carros livianos pagan 22 lempiras; 90 los camiones y entre 134 y 269 los camiones y furgones o rastras, considerado el transporte pesado.
EMPRESA EMPLAZA AL GOBIERNO
Durante la campaña, la Presidenta Xiomara Castro prometió eliminar esta concesión vigente desde el 2014, durante el primer gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, bajo una alianza público- privada para garantizar el mantenimiento de esta red vial.
Hasta el momento, el ministro de Infraestructura, Mauricio Ramos, encargado de las negociaciones con Covi, tampoco se ha pronunciado sobre la revisión. En su momento, este funcionario aseguró que renegociarían el contrato ya que ponerle fin a la concesión significaría una indemnización para la empresa sobre los 121 mil millones de dólares invertidos y una concesión a 22 años, de los cuales, se han cumplido 8.
La idea del gobierno, ahora, es negociar la salida de Covi y administrar el peaje bajo el nombre “Peajes Soberanos”, dijo Ramos.