Los 25 directores de centros penitenciarios hondureños ingresaron a la oficina en donde los esperaba la Viceministra de Seguridad, Doctora Julissa Villanueva, designada por el gobierno en el proceso de intervención del Instituto Nacional Penitenciario.

– La Viceministra Villanueva, trabajará directamente con las autoridades de los centros penitenciarios y de la Academia Nacional Penitenciaria para el fortalecimiento de los programas de educación penitenciaria.

¿Listos para las pruebas de confianza?, fue parte de las interrogantes que la Viceministra hizo a los directores de los centros penitenciarios, a quiénes también les consultó sobre las principales problemáticas del establecimiento que dirigen, cantidad de población, necesidades, entre otros aspectos.

Manifestó, que algunos centros penitenciarios tendrán prioridad por ubicación, tipo de población, infraestructura, por ejemplo: Yoro y Olanchito en el departamento de Yoro; La Paz en La Paz y el de “La Mosquitia”, Gracias a Dios.

El informe que recibió la funcionaria, contenía: cantidad de personas privadas de libertad, el Plan Operativo Anual (POA) y el análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA), entre otra información de interés, que será evaluada para establecer una estrategia de mejoramiento.

La funcionaria sostuvo una reunión en conjunto con las anteriores autoridades del INP y directores asignados en los 25 establecimientos a nivel nacional, estos últimos fueron ratificados en sus cargos mientras se realiza la evaluación de su gestión durante el tiempo que llevan dirigiendo el centro penitenciario en el cual están asignados. Adelantó que se realizara una rotación de los mismos.

Villanueva les expuso parte de la planificación para mejorar el funcionamiento del Sistema Penitenciario Nacional, comenzando por transparentar el accionar de las autoridades, así como de los procesos que se realicen para el buen uso de los recursos financieros asignados por Casa de Gobierno.

Además de la aplicación de pruebas de confianza al personal penitenciario para determinar la idoneidad, revisión de las hojas de vida de ellos para conocer su fortalezas y debilidades y así poderlos capacitar para un mejor desempeño de sus funciones.