Los últimos barcos con productos chinos libres de aranceles están llegando a EE.UU., pero a partir de la próxima semana, todo lo que se importe desde China pagará un impuesto del 145 %, impuesto por el presidente Trump.
Esto ha hecho que muchos importadores reduzcan drásticamente sus compras, ya que los costos se han disparado.
China sigue siendo un proveedor clave de ropa, calzado, electrónicos y microchips, pero las empresas ahora deben decidir si venden estos productos a precios mucho más altos o dejan de ofrecerlos.
Para los consumidores, esto podría traducirse en menos opciones y precios elevados.
Se estima que las importaciones a EE.UU. caerán un 20 % en el segundo semestre de 2025, y las provenientes de China bajarán hasta un 80 %.
Esto traerá menos empleo, menos productos y más costos para los ciudadanos.