
Las fuerzas rusas volvieron a atacar el territorio ucraniano con 20 drones kamikaze iraníes y 4 misiles de crucero disparados contra las ciudades de Odesa, en el Mar Negro, y Krivi Rig, unos 400 kilómetros al sureste de Kiev, y Kharkiv (noreste), informaron este jueves las autoridades militares ucranianas.
Todos los drones fueron derribados por el ejército ucraniano, que también interceptó uno de los misiles, según el parte de este jueves de la Fuerza Aérea de Ucrania.
Uno de los misiles impactó en dos infraestructuras industriales de Krivi Rig, causando graves destrozos e hiriendo a una persona. Rusia ya atacó Krivi Rig el martes de madrugada, cuando varios misiles chocaron contra varios edificios industriales y residenciales matando a 12 personas.
Trece de los drones interceptados fueron derribados sobre la ciudad de Odesa, donde este miércoles murieron 3 personas en un ataque ruso con misiles que destruyó más de veinte edificios.
También hubo intercepciones de drones iraníes, conocidos como Shahed, en Krivi Rig, donde las defensas aéreas ucranianas destruyeron un misil.
Rusia ha lanzado desde el comienzo de la guerra contra ciudades e infraestructuras ucranianas más de un millar de drones Shahed de fabricación iraní.
Uso de artillería
Las tropas del Kremlin en la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania, han cambiado de táctica desde que los mercenarios del grupo Wagner cedieron sus posiciones a unidades del ejército regular ruso, según explicó hoy un portavoz militar ucraniano.
El cambio de guardia, explicó el portavoz de la Guardia Nacional ucraniana, Ruslán Muzichuk, ha traído consigo una disminución de los combates cuerpo a cuerpo y la intensificación del uso de la artillería y la aviación contra las fuerzas ucranianas.
Según Muzichuk, el reemplazo de los wagneritas -cuya fuerza de choque se nutría en gran medida de presidiarios reclutados a cambio de su indulto- ha supuesto una disminución del número de personal desplegado en la ciudad.