El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que la arresto de un activista pro-palestino en Nueva York la semana pasada marcará el inicio de una serie de detenciones, ya que su Gobierno intensifica sus acciones contra aquellos involucrados en protestas universitarias contra Israel y la guerra en Gaza.
Mahmoud Khalil, quien fue detenido el sábado por su participación en las manifestaciones en la Universidad de Columbia, se encuentra actualmente en un centro de inmigración en Luisiana. Aunque no se le ha presentado cargos relacionados con su activismo, las autoridades estadounidenses han expresado su intención de deportarlo, a pesar de que Khalil es residente legal en el país.
Un juez federal en Nueva York ha decidido que el joven de 30 años no podrá ser deportado mientras se revisa un recurso legal presentado por sus abogados. El lunes, Trump prometió a través de su cuenta de Truth Social que el caso de Khalil no sería el último, acusándolo junto a otros de estar involucrados en «actividades proterroristas, antisemitas y antiestadounidenses».
«Localizaremos, arrestaremos y expulsaremos a estos simpatizantes del terrorismo de nuestro país para que no regresen jamás», expresó el presidente estadounidense. No presentó pruebas para respaldar sus acusaciones y añadió que todas las universidades y colegios nacionales deberán «adoptar» la postura de su Administración respecto a las protestas pro-palestinas.