El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva con la que busca llevar ante la justicia a aquellas ciudades del país que se niegan a cooperar con las autoridades migratorias.
La medida ordena a los Departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional identificar a las denominadas «ciudades santuario», aquellas que impiden la aplicación de las leyes federales de inmigración. Tras elaborar esta lista, el decreto autoriza a dichos departamentos a emprender acciones legales contra esas jurisdicciones, incluyendo la suspensión de fondos federales que reciben.
Durante la firma del decreto en la Oficina Oval, Trump acusó a estas ciudades de participar en una «insurrección ilegal» por su falta de colaboración con las autoridades migratorias.
Por su parte, los defensores de las políticas de las ciudades santuario argumentan que estas medidas promueven la confianza entre las comunidades migrantes y la policía local, facilitando la denuncia de delitos sin temor a ser deportados.
Cabe señalar que, según la legislación estadounidense, residir en el país sin estatus migratorio legal es una infracción de carácter civil, no penal.
Además de esta orden, Trump firmó otra disposición enfocada en reforzar su postura contra la inmigración. Esta segunda medida busca respaldar legalmente a los agentes del orden implicados en acusaciones de abuso o mala conducta, flexibilizar las limitaciones en sus actuaciones y dotarlos con equipos y armamento de carácter militar.