Como parte de los vuelos de deportación de presuntos terroristas, que se encuentran en medio de una tormenta legal y política, Estados Unidos retiró silenciosamente los cargos contra un supuesto líder clave de la pandilla MS-13 y lo entregó al presidente pro-Trump de El Salvador, Nayib Bukele.
César Humberto López-Larios, presunto líder de la MS-13, quien según los investigadores estadounidenses podría tener información comprometedora sobre posibles vínculos corruptos entre funcionarios del gobierno salvadoreño y la pandilla, fue deportado en uno de estos vuelos polémicos, según documentos judiciales de funcionarios estadounidenses.
Este acuerdo favorece al presidente Bukele, un líder enérgico de El Salvador que se ha convertido en una figura popular entre los conservadores pro-Trump de Estados Unidos.
“Es mi amigo”, afirmó el presidente Donald Trump sobre Bukele en la Oficina Oval el viernes.
Las deportaciones forman parte de un plan del gobierno de Trump para financiar a El Salvador a cambio de que encarcele a inmigrantes acusados de delitos y expulsados de Estados Unidos. Las deportaciones de miembros de la MS-13, especialmente de sus líderes, son una prioridad tanto para los funcionarios salvadoreños como para los de Trump, según un funcionario estadounidense.