
Suecia se convirtió este jueves en el miembro número 32 de la OTAN, poniendo fin a décadas de neutralidad posterior a la Segunda Guerra Mundial, mientras la alianza militar occidental enfrenta el tercer año de la invasión rusa de Ucrania.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, estuvo en Washington para asistir a una ceremonia en la que se presentó oficialmente en el Departamento de Estado el “instrumento de adhesión” del país nórdico a la OTAN.
Kristersson afirmó que el ingreso de su país a la OTAN es una “victoria para la libertad”, y aseguró que Rusia seguirá siendo una amenaza para sus países vecinos en el futuro. “Defenderemos la libertad junto a los países más cercanos a nosotros, tanto en términos geográficos como culturales y valóricos”, destacó el primer ministro en la capital estadounidense.