Este mes se cumple un año desde que los abonados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) que consumen menos de 150 kilowatt de energía por hora, no pagan el servicio recibido.

En febrero de 2022, el Congreso Nacional reformó varios artículos de la Ley de General de la Industria Eléctrica, en vigencia desde el 2014, entre el artículo 18 que prohibía al Estado otorgar subsidios a los consumidores cargando el costo a otros consumidores.

De acuerdo al diario oficial La Gaceta número 35,846 donde se publicó el decreto 2-2022 que da vigencia a la medida, la ENEE cuenta con 1, 940,362 usuarios que consumen energía eléctrica, de estos: 1,793,666 son categoría residencial, 127,948 comerciales, 18,313 de gobierno y 434 industriales.

El diario oficial del gobierno también especifica en ese decreto que de los 1,793,666 clientes residenciales que tiene la estatal eléctrica, 1,334,648 clientes consumen montos de energía iguales o inferiores a 150 kwh y facturan 540.9 millones de lempiras mensuales. “Estos valores serán trasladados de forma subsidiaria a los clientes no residenciales”.

Así, el subsidio es absorbido en un 40% por el sector industrial y comercial, y el 60% por el Estado. El mes de marzo de 2022, fue el último que cientos de hondureños pagaron por el consumo de energía, correspondiente al mes de febrero.

Para mayo, 865,711 clientes de la estatal eléctrica en promedio mensual, recibían el beneficio, por lo que el gobierno había erogado más de 670.7 millones de lempiras.

Para finales de diciembre, cuando el subsidio llevaba unos 10 meses de haber entrado en vigencia, el gobierno de Xiomara Castro extendió su ejecución por un año más, donde pidió que la diferencia del subsidio se traslade a los clientes no residenciales, exceptuando los comerciales integrados a la red de baja tensión con consumos iguales o inferiores a los tres mil kilovatios