
La viceministra de Seguridad y presidente de la Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Julissa Villanueva, aclaró que la “refundación” del sistema penitenciario apenas empieza, “esto no ha concluido y muchos menos en Ilama”.
Según dijo, “el tema debe de ser integral y ahí obviamente no se trata de abordar, simplemente de una requisa o hacer investigaciones alrededor de delitos que se gesten de ahí, se trata también de generar espacios vitales para los penitenciarios seguros…”.
“…que tanto ellos como sus familias estén dentro de recintos o comunidades penitenciarias que les permitan rehabilitarse, eso es lo que andamos buscando”, afirmó.
Agregó que en las cárceles se ha encontrado “obviamente confabulación de personal con privados de libertad, que les permiten el ingreso de armas, de instrumentos dañinos para ellos y sustancias”.
Según Villanueva, “hemos pasado más de cinco días y continuaremos los procesos hasta llegar a mejorar la calidad de los sistemas técnicos y de comunicación en Ilama, es decir, tanto la comunicación debe de ser bloqueada”.
Mencionó que la introducción de armas blancas, armas de fuego y droga “es perjudicial en esos ambientes… degenera el tema de la gestión penitenciaria y promueve el autogobierno”.
La viceministra señaló que para detectar la red organizada y encontrar armas y explosivos que estaban encaletados, “le pedimos a las familias en este momento un poco de colaboración porque habían destruido todo”.
“Ahí la gente podía entrar con arma o con cualquier celular, sin ningún problema, escondido en la comida, a través de los escáneres que no funcionan, estamos buscando que realmente los cambios en Ilama sean integrales, así como el resto de las penitenciarías del país”, apuntó.
La funcionaria expresó que “hoy vamos a tener una reunión muy importante para hablar de los beneficios judiciales para el descongestionamiento de las cárceles, donde Ilama no es la excepción, y hay alrededor de unas 1,400 personas…”.
Detalló que “estaremos buscando cómo descongestionar, buscando los beneficios de la libertad condicional ordinaria para mayores de 70 años, los enfermos crónicos y que sean candidatos a desinternamiento por enfermedades terminales, prisiones preventivas vencidas…”.
“…es decir, andamos buscando que todos estos estados de preliberación, también beneficien a la población penitenciaria de Ilama”, señaló.
Por otra parte, Villanueva explicó que “todo eso se ha llegado a degenerar de manera que un cigarrillo puede valer 100 lempiras y una cajetilla hasta 3,000 lempiras, encontrar cigarrillos ahí, es de lo más común, cuando las cárceles deberían de ser áreas libres de tabaco…”.
Añadió que “hay bastante venta de cigarrillos, esos son espacios libres de tabaco y se prohíbe la venta de cigarrillos”, pero los reos aseguran que fuman para liberar la tensión.
“No vamos a permitir más introducir tipos de sustancias que van desde cigarrillos hasta obviamente droga pura, dañina para los privados de libertad”, advirtió la presidente de la Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Julissa Villanueva.
Anunció que “más bien se busca la construcción de un hospital penitenciario que los libere de los estados tóxicos en los que ingresan”.
La funcionaria comentó que “es por esa razón que se necesita la introducción de droga, porque muchos de estos privados son adictos a las drogas y ahí se comercializa la misma”.
Manifestó que “estamos buscando que esos hospitales nos permitan que ellos puedan ser desintoxicados, que se liberen de ese síndrome de abstinencia que padecen cuando no tienen la droga o bien enfermedades mentales o físicas que adolecen”.
“También estamos buscando que este tema se aborde de una manera integral y la selección de los privados de libertad, el descongestionamiento viene porque viene”, aseguró.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, manifestó que “un problema grave que tenemos, es que la Policía Nacional obviamente apoya al Instituto Nacional Penitenciario (INP) para fortalecer las cárceles, pero nos envían a muchas personas que están castigadas, otras personas que han sido de alguna manera, no gratas dentro de la Policía…”.
Comentó que “una persona que ya tiene un desánimo, una persona que ya es calificada como de repente dentro de la Policía, irregular, malcriada o con faltas, encuentra en esos lugares el ambiente ideal para confabularse con el crimen y con aquellos que también los tienen allí…”.
“…y se confabulan con ellos de manera cómplice hasta beneficiarse con el crimen, de meter un arma que cuesta hasta 90,000 lempiras, teléfono celular, tarjetas SIM, cargadores e inclusive módems”.