Lima . Nuevos enfrentamientos en regiones del norte y sur de Perú se produjeron este viernes en medio de las manifestaciones en contra del gobierno, que no dan tregua pese a los 45 muertos que dejan desde su inicio en diciembre, mientras que unos 300 turistas quedaron varados en Macchu Picchu.
Las protestas llevaron al gobierno de la presidenta Dina Boluarte a declarar el estado de emergencia en siete de las 25 regiones del país -incluyendo la capital y zonas del norte y sur del país- hasta mediados de febrero, habilitando así la intervención militar junto a la policía para el control del orden público y frenar los actos de vandalismo.
Los choques del viernes se concentraron en las regiones La Libertad (norte) y Arequipa (sur), con bloqueos de carreteras y batallas campales entre los manifestantes, que lanzaban piedras con hondas, y la policía, que repelía con gases lacrimógenos.
En Arequipa, segunda ciudad de Perú, decenas de pobladores intentaron por segundo día consecutivo de invadir la pista de aterrizaje del aeropuerto, cerrado y resguardado por fuerzas del orden desde el jueves.
Los disturbios se han cobrado 45 vidas -44 civiles y un policía- desde el 7 de diciembre, tras la destitución y detención del presidente de izquierda y de origen indígena Pedro Castillo, acusado de haber intentado un golpe de Estado al querer disolver el Congreso -controlado por la derecha- que estaba a punto de sacarlo del poder por presunta corrupción.
Fue reemplazado por Boluarte, quien fungía como vicepresidenta, pero es vista como “traidora” por los manifestantes.
Un grupo de manifestantes antigubernamentales atacaron y quemaron este viernes la comisaria del municipio de Zepita, en el sureño departamento de Puno (fronterizo con Bolivia), según confirmaron a EFE fuentes de la Policía Nacional.
Durante el ataque por parte de quienes exigen la destitución de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto electoral y la convocatoria de una asamblea constituyente, no quedó herido ningún agente de la Policía, agregaron esas fuentes.
Manifestantes antigubernamentales atacaron e incendiaron este viernes el Centro Binacional de Atención en Frontera (CEBAF) de Desaguadero, un centro aduanero ubicado en el departamento de peruano de Puno, en la frontera con Bolivia, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“El Gobierno peruano expresa su más firme rechazo y condena a los actos delincuenciales que produjeron el incendio del Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) en Desaguadero, frontera con Bolivia. Estas acciones no se condicen con el derecho a la protesta pacífica”, denunció la Cancillería en Twitter.
En Cusco, el servicio ferroviario a la ciudadela inca Machu Picchu, joya el turismo peruano, seguía sin reanudarse el viernes en el contexto de las protestas, mientras que el aeropuerto de Cusco reinició sus operaciones.