
Se encontraron más de 800 tumbas profanadas, las cuales fueron abiertas, causando daños en parte de su estructura, con el fin de sustraer objetos de valor que habían sido depositados junto a los cadáveres.
Además, se identificaron indicios de que varios mausoleos están siendo utilizados para llevar a cabo diversas actividades, como el descanso o incluso rituales (aunque no se ha confirmado ni descartado esta última posibilidad), según informó el subcomisario García de la Policía Nacional.
El funcionario expresó su pesar ante la situación, destacando que se comprende la angustia de las familias que tienen a sus seres queridos enterrados en el lugar y que desean que no se les cause este tipo de deshonras.