George Washington de Oliveira, acusado de colocar una bomba que no explotó en Brasilia, será tratado como presunto terrorista, así como todos los que colaboraron o puedan colaborar en actos similares.
Así lo afirmaron en conferencia de prensa este martes los futuros ministros de Defensa, José Múcio, y de Justicia, Flávio Dino, junto al gobernador del Distrito Federal Ibaneis Rocha.
Además, Ibaneis Rocha destacó que están buscando a un segundo sospechoso de participar en esta acción y que próximamente habrá noticias sobre su detención.
“No serán pequeños grupos terroristas los que van a emparedar las instituciones democráticas brasileñas”, destacó Flávio Dino.
Dino informó que para el día 1 de enero, cuando ocurrirá en Brasilia la toma de posesión del presidente electo Lula da Silva, el 100% de las fuerzas policiales serán movilizadas para garantizar la seguridad del Da Silva, de las delegaciones extranjeras que acudirán a la ceremonia y demás asistentes
El gobernador del Distrito Federal aseveró que el campamento bolsonarista situado enfrente al Cuartel General del Ejército en la capital de Brasil será levantado en los próximos días.
Lo que ha dicho el sospechoso
El sospechoso de intentar un atentado en Brasilia dice que quería sembrar el caos en el país para impedir que el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, asumiera el cargo.
El hombre detenido por supuestamente estar implicado en un intento de atentado con explosivos en el aeropuerto de Brasilia durante el fin de semana dijo en una declaración escrita a la Policía Civil que pretendía «provocar una intervención de las Fuerzas Armadas».
George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años y gerente de una gasolinera, escribió que buscaba «impedir la implantación del comunismo en Brasil».