Panamá y Colombia defendieron su manejo de la crisis derivada de la avalancha de migrantes irregulares que cruzan la peligrosa jungla fronteriza del Darién, tras las críticas de organizaciones humanitarias que acusan a ambos Gobiernos de haberlos abandonado, y pidieron más cooperación de la comunidad internacional.
“El desafío de la migración trasciende a nuestros dos países, es un desafío regional y global. Y no aceptamos que se diga que hemos abandonado a la población en el Darién porque no es así. Colombia y Panamá han hecho grandes esfuerzos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, tras una reunión con su colega de Panamá, Janaina Tewaney, en la Cancillería panameña. (EFE)