Tegucigalpa, 27 ene .- El obispo español Ángel Garachana abogó este viernes por un diálogo en Honduras para afrontar los “graves” problemas que afectan a la nación y pidió a los diputados que piensen en su país, antes que en sus intereses personales, al elegir a los quince nuevos magistrados del Tribunal Supremo.
“Es momento (de) un consenso, un diálogo entre todas las fuerzas vivas para un plan a mediano plazo para afrontar los graves problemas del país”, dijo Garachana en una rueda de prensa.
El religioso, quien dejará de liderar la archidiócesis de San Pedro Sula, la segunda mayor ciudad de Honduras, tras su renuncia, afirmó que los problemas que merecen más atención son el desempleo, la pobreza, la educación y la “grave” violencia.
De no afrontarse estos problemas, añadió, “la migración será imparable y el deseo de miles de hondureños será buscar mejores formas de vida en otros países”.
El Gobierno de Xiomara Castro, que hoy cumple un año, tiene que “crear esperanza en nuestro pueblo, especialmente en nuestros jóvenes”, enfatizó.
Según el religioso, los hondureños necesitan “un plan de Gobierno que consolide la democracia, el Estado de derecho con la separación de poderes y con la participación y transparencia ciudadana”.
Castro, la primera mujer presidenta de Honduras y esposa del exmandatario Manuel Zelaya, asumió el 27 de enero de 2022.
CANDIDATOS CON MÁS MÉRITOS Y MÁS CAPACITADOS
El obispo español pidió al Parlamento hondureño elegir a los candidatos a magistrados del Tribunal Supremo que “tengan más méritos” y estén bien capacitados “para ejercer con calidad total” y la ciudadanía pueda “confiar en ellos”.
“Hay que evitar una Corte Suprema de Justicia pensada en los intereses del partido, una vez que se ha constituido el nuevo Gobierno los intereses son los del pueblo de Honduras, los del bien común”, subrayó.
El Parlamento de Honduras no pudo elegir el miércoles a los nuevos magistrados por la falta de consenso entre los 128 diputados que representan a 6 partidos.
Garachana considera que Honduras merece un Tribunal Supremo integrado por “personas éticas” porque “si no hay ética moral, social y pública, vamos a la ruina”.
“Sin ética uno puede hacer lo que le dé la gana, ser injusto, ser parcial, favorecer a los poderosos, no hacer caso a los débiles, sin ética no hay una verdadera justicia”, enfatizó.
Los nuevos magistrados, precisó el religioso, “no deben destaparse un ojo para ver si es rico o pobre, tener imparcialidad en la Justicia y preocuparse por los más débiles”.
“El pueblo desea una Corte objetiva, transparente, sin parcialismos, sin vincularse a un partido, sin estar controlada por el Poder Ejecutivo, (que haya) separación de poderes, que podamos confiar en la justicia es lo que queremos todos”, subrayó.
Los diputados hondureños deben “votar a los mejores” candidatos a magistrados y elegir “en conciencia, no se dejen comprar por dinero, su voto que sea personal, público y buscando a los mejores, no seducidos por los intereses de grupos, políticos y poder económico”, acotó el obispo.