
Afortunadamente su vecina, Kyrie Jones, estaba paseando a su perrito cuando notó que el pequeño estaba en peligro y le comenzó a gritar para que se metiera, llamó a su madre sin éxito alguno.
«¡No, no, no! (…) ¡Ve con tu mamá!«, le gritó Jones de 35 años y con un embarazo de 33 semanas, según relató al diario The Washington Post, la propia mujer.
La mujer llamó a la Policía, sin embargo, el pequeño resbaló y ella logró atraparlo de milagro, poco antes de que tocara el suelo; los hechos ocurrieron el pasado lunes 8 de mayo en una calle de Des Moines, Iowa, Estados Unidos.