
Expresidente panameño Ricardo Martinelli se refugió en la sede diplomática de Nicaragua tras recibir asilo del gobierno, una vez que fue condenado a más de diez años de prisión por blanqueo de capitales.
El exmandatario alegó ser un perseguido político y denunció un supuesto plan desde el gobierno de Panamá para asesinarlo y evitar así su vuelta al poder tras las elecciones del próximo 5 de mayo.
Pese a que encuestas lo perfilaban como probable ganador, el Tribunal Electoral de Panamá ya anunció que la sentencia “está en proceso de quedar ejecutoriada” y que en ese momento su candidatura presidencial será oficialmente inhabilitada.