
El ministro del Gobierno de Bolivia, Eduardo Del Castillo, manifestó que el golpe fue meticulosamente planificado durante tres semanas por un grupo de militares.
Este acto subversivo resultó en 12 personas heridas por arma de fuego y la detención de una decena de militares involucrados.
Las declaraciones de Del Castillo, hechas públicas, destacan la gravedad de la situación y la amenaza que representó para el gobierno democráticamente electo de Bolivia
Del Castillo recalcó que aunque el gobierno había recibido información sobre intentos previos de desestabilización y “golpes de Estado blandos”, ninguno había alcanzado la magnitud de los eventos ocurridos ese miércoles.
“Ningún boliviano se hubiese imaginado la magnitud de lo ocurrido la tarde del miércoles,” comentó.
Mientras tanto, se anunció que los excomandantes del Ejército y la Armada, Juan José Zúñiga Macías y Juan Arnez Salvador, respectivamente, serán llevados ante la justicia por delitos de terrorismo y alzamientos armados contra la seguridad y la soberanía del Estado.