Miles de personas se congregaron este sábado en el centro de Santiago para defender los derechos de los niños y adolescentes trans y protestar contra los discursos de odio con motivo de la XII versión del Orgullo Parade y el Día Nacional de la Diversidad.
«Exigimos, al mismo tiempo, la reforma a Ley Zamudio (contra la discriminación) y una Ley de Educación Sexual Integral y protestamos con fuerza contra los discursos de odio hacia las personas LGBTIQ+», dijo durante el inicio de la marcha Javiera Zúñiga, vocera del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Según la asociación, organizadora de la concentración, en el último año los discursos de odio aumentaron un 123 % y se registraron un total de 1.597 casos de abusos contra personas LGBTI, la cifra más alta de la historia.
«Muchos de quienes apoyaban nuestra causa hace pocos años, hoy guardan silencio frente a las arremetidas de odio. Se han replegado. Los instamos a levantar la voz, a solidarizar con la igualdad y la justicia», añadió por su parte el dirigente del Movilh, Rolando Jiménez.
Tras el Movilh, tomó la palabra Natalia Alvarado, una niña trans de 13 años, que recordó que recientemente la Cámara de Diputadas y Diputados prohibió al Ministerio de Salud financiar las terapias de hormonización a menores de 18 años.
«Yo tengo la oportunidad de hormonarme, pero sé que hay niños y niñas trans que no, a los que les cerraron las puertas, lo cual es muy injusto. Hay que visibilizar lo que está pasando y no quedarnos callados», indicó la joven activista.
La marcha partió desde la céntrica Plaza Italia y concluyó en Los Héroes, donde habrá conciertos y espectáculos hasta la noche.
Chile, un país que era tradicionalmente conservador y con una fuerte influencia del catolicismo, ha ido dando importantes pasos a favor de los derechos sexuales de las minorías, sobre todo tras el estallido social de 2019.
Chile aprobó el matrimonio igualitario en diciembre de 2021 y se convirtió en el octavo país de la región en hacerlo, tras Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y varios estados de México.
Hasta entonces, las personas homosexuales solo podían unirse bajo la figura jurídica del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos de filiación.