
El Gobierno mexicano abrió un albergue para 300 migrantes en la frontera norte de México, a unos metros del centro del Instituto Nacional de Migración (INM) en el que murieron 40 migrantes, entre ellos seis hondureños, por un incendio hace cerca de siete meses.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, dijo que el INM financiará dicha instalación, aunque estará a cargo del Ayuntamiento.
“Es un campamento, el cual tiene la función de acopiar o ir juntando a las personas que se encuentran en movilidad, principalmente familias. Está siendo patrocinado a cuenta del INM y está siendo administrado por el Municipio con participación de distintas instancias”, describió.
El campamento-albergue consta de cuatro carpas, área de lavaderos, tinacos, un pozo de absorción, duchas con agua caliente, comedor y otros servicios como consultorio médico.