EL doctor Suamy Bermúdez dijo que es la primera vez en toda su carrera que le toca vivir una historia como esta. Según contó, hace unos días tomó un vuelo hacia Miami, con escala en San Salvador y luego en Managua, Nicaragua, donde abordó la embarazada.

Tras una hora del vuelo, el doctor Bermúdez se percató que alguien lloraba detrás de su asiento. Inmediatamente notó que una doctora que iba a bordo atendió a la joven.

«El sobrecargo preguntó si había otro médico en el vuelo y me presenté como voluntario y noté que tenían a la muchacha en la parte trasera del avión en pleno trabajo de parto», señaló.

Según dijo, era un parto complicado porque el bebé venía de pies, aún así se arriesgaron a recibirlo porque ya estaba a punto de nacer. Cuando finalmente la bebé nació, los doctores vivieron minutos de angustia porque la recién nacida no lloraba.

«La niña no lloraba y le dimos reanimación durante 5 minutos y mientras la sostenía con la mano izquierda le daba masaje con la mano derecha. La doctora Amanda Lacayo le puso una frazada en la boca y le dio respiración hasta que la niña se puso rosaba y lloró. Fue un momento de alivio para todos«, añadió.

Luego del parto, los médicos recomendaron al piloto que aterrizara en el aeropuerto más cercano para llevar a la madre y a la niña a un hospital. Ambas se encuentran internas en el hospital de Cancún.

El doctor recuerda esta vivencia como una experiencia única que recordará por siempre. Asimismo, señaló que fue un privilegio participar en la atención del parto.