Washington.- El congresista republicano Kevin McCarthy volvió a perder por decimotercera vez en la votación para ser elegido presidente de la Cámara Baja estadounidense pero roza la mayoría, tras lograr arañar un apoyo más.
Frente a los 20 republicanos ultras que se negaban a apoyarlo hasta el jueves, el californiano logró este viernes, en la votación previa, la duodécima, cambiar el voto de gran parte de los congresistas que lo rechazaban y en esta decimotercera consiguió un apoyo más.
Así, solo le queda convencer a otros dos del grupo de republicanos ultras, reacios a que se convierta en el próximo “speaker” de la Cámara Baja.
Durante las dos votaciones de hoy, los republicanos favorables a McCarthy han vitoreado a cada uno de los congresistas que han cambiado su voto, en la cuarta jornada de una extenuante y caótica semana en el Capitolio estadounidense.
McCarthy logró un total de 214 votos a favor después de haber conseguido, tras arduas reuniones celebradas en los últimos días, cambiar el voto este viernes de 15 congresistas, 14 que apoyaron previamente a otros candidatos y una más que se había abstenido hasta ahora.
Tendrá así que celebrarse una nueva votación, la número 14, y para ganarla, McCarthy tendría que lograr el apoyo de al menos dos de los seis legisladores que todavía lo rechazan y podría permitirse el lujo de que cuatro no lo refrenden.
En esta decimotercera ronda el demócrata Hakeem Jeffries logró 212 votos, los de todos los congresistas de su partido, mientras que los seis republicanos díscolos votaron por otros aspirantes que no fueron nominados oficialmente pero cuyo nombre dijeron a la hora de votar.
El legislador de Florida Matt Gaetz, aliado del expresidente Donald Trump (2017-2021) y miembro del ultraconservador grupo Freedom Caucus, es uno de los más reacios a la presidencia de McCarthy y en su intervención hoy aseguró que el legislador de California no conseguirá los votos necesarios “ni hoy, ni mañana, ni la próxima semana, ni el próximo mes”.
Es, por tanto, uno de los huesos más duros de roer para el californiano, que aspira a convertirse en “speaker”, una importante figura política en el país entre cuyas funciones está fijar gran parte del calendario legislativo, decidir qué proyectos se votan y cuándo.
Sin un presidente de la Cámara Baja, la 118 legislatura del Congreso no puede arrancar y la única opción para elegirlo es que se sigan produciendo votaciones hasta que un candidato alcance la mayoría.