Este miércoles, las calles de Buenos Aires presenciaron la mayor represión policial desde que Javier Milei asumió la Presidencia en diciembre de 2023. Lo que inicialmente era una protesta habitual de jubilados frente al Congreso argentino, respaldada por hinchas de fútbol, sindicatos y movimientos sociales, terminó con la detención de aproximadamente cien personas y un fotógrafo gravemente herido por un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza.
Los jubilados, que en su mayoría viven en situación de pobreza debido a sus bajos ingresos, exigen una actualización de las pensiones, la recuperación de la cobertura para medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, que expira este marzo y permitía acceder a una pensión a quienes no cumplen con los años requeridos de cotización.
Hasta el momento, fuentes oficiales han informado que más de 120 personas han sido detenidas y 45 resultaron heridas, entre ellas el fotógrafo argentino Pablo Grillo, de 34 años, quien se encuentra en estado grave tras sufrir una fractura de cráneo por el impacto del cartucho, según confirmó su padre, Fabián Grillo.
Entre los heridos, al menos diez son policías con lesiones leves, mientras que el resto son civiles. El Ministerio de Seguridad Nacional detalló que las Fuerzas Federales arrestaron a 21 hombres y cuatro mujeres, mientras que la Policía de Buenos Aires detuvo a 73 hombres y 26 mujeres. Además, se reportan 26 policías heridos, uno por arma de fuego, y 20 manifestantes hospitalizados.
Entre los arrestados se encuentran siete miembros de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Buenos Aires. Su secretario general, Daniel ‘Tano’ Catalano, exigió su «liberación inmediata» y denunció que fueron «detenidos violentamente durante una represión sangrienta por parte de la policía».