Entre la duda aún de la titularidad de Cristiano Ronaldo, en el debate entre el regreso al once o la repetición de la suplencia, con todo lo que eso despierta en un partido tan decisivo, Portugal y Marruecos exponen su ilusión y comprueban su realidad en el duelo de cuartos de final del Mundial 2022, un nuevo desafío para Yassine Bono, Achraf Hakimi y la revelación de Qatar contra las expectativas de Joao Félix, Bruno Fernandes, Bernardo Silva…
En torno al atacante luso, a la vorágine en la que se mueve cada día todo lo que acontece a su alrededor, Portugal cierra filas. «Dejad a Ronaldo en paz», pidió este mismo viernes Fernando Santos, su seleccionador, en la rueda de prensa de la víspera del duelo más importante en un Mundial para Portugal desde 2006, la última vez que fue más allá de los cuartos de final, cuando terminó en la cuarta posición, cuando CR7 debutaba en el torneo.
«Cristiano nunca me dijo que quisiera irse», remarcó el técnico para zanjar el asunto que ha marcado las últimas horas, después de que el diario ‘Récord’ aseguró que Cristiano había amenazado con marcharse cuando conoció su suplencia en el encuentro de los octavos de final frente a Suiza.
Cristiano siempre ha estado en el foco en el Mundial. Primero por sus palabras para forzar su salida del Manchester United; después porque es el único jugador en la historia en golear en cinco Mundiales, con el tanto de penalti con el que batió la portería de Ghana en la primera jornada; más tarde por si era suyo o no el gol de Bruno Fernandes ante Uruguay; luego por el debate de su titularidad trasladado a la opinión pública; hace una semana por el gesto a Fernando Santos al término de la derrota por 2-1 ante Corea del Sur que no le gustó «nada» al técnico; el pasado martes por su suplencia ante Suiza; el miércoles porque se entrenó en el gimnasio y el jueves por la citada noticia, negada por la Federación Portuguesa.
¿Será titular ante Marruecos? Es la incógnita del equipo portugués, que remarca su unidad de forma insistente en las últimas horas y que se aísla de todo, porque aguarda el terreno de juego y una oportunidad única, reafirmado como lo ha hecho con el 6-1 con el que desbordó a Suiza en los octavos de final, cuando Gonçalo Ramos marcó tres de los seis goles y cuando Cristiano Ronaldo fue reserva.
Entre uno y otro está la plaza de delantero este sábado, respaldado a sus lados por Joao Félix, mientras su salida del Atlético ya está sobre la mesa, aunque él no hable de ella, y Bruno Fernandes, cuyo ingenio y precisión realzan a la selección, con su intervención en cinco goles, tres como pasador y dos como goleador.
Ruben Dias es la duda. Si el central no está listo, su puesto sería para Antonio Silva, junto a Pepe, con el posible regreso de Joao Cancelo y Ruben Neves a la alineación y con la alerta aún de las tarjetas amarillas: Joao Félix, Ruben Dias, Ruben Neves y Bruno Fernandes están apercibidos. También Danilo Pereira, pero está lesionado y fuera del Mundial, al igual que Nuno Mendes, que han regresado a la disciplina del París Saint Germain para su recuperación. Son las dos bajas de Fernando Santos.
Disponible ya Otavio, que reapareció como titular contra Suiza, Portugal se reafirma como aspirante, 16 años después de sus últimos cuartos de final y semifinales, cuando finalizó cuarto en Alemania 2006. Su límite es el tercer puesto de Inglaterra 1966, mientras sus visión va mucho más allá, a la copa dorada que todo el mundo admira, a lo máximo, siempre que sea capaz antes de superar a Marruecos y a Yassine Bono, el héroe del pase frente a España, que despierta admiración en el Mundial 2022.
Marruecos acepta el reto. Jamás había llegado tan lejos en un Mundial. A México 1986 correspondía su mayor logro, los octavos de final, entonces eliminado en el minuto 88 por un gol de Lothar Matthäus. La victoria en los penaltis contra España, con un esfuerzo impresionante, capaz de doblegar a una firme favorita, a la que aplacó de principio a fin, como antes hizo para pasar como primera de grupo ante Croacia, Bélgica y Canadá, lo ha lanzado a una cota inalcanzable en su pasado.