
Maria Becerra brilló al dar inicio a la última noche del 63° Festival de Viña del Mar, entregando una presentación llena de coreografías de baile y éxitos que fueron coreados con entusiasmo y emotividad hacia el público de la Quinta Vergara en su debut en Viña.
Luego de su participación el martes en el homenaje colectivo a Celia Cruz y de participar en el jurado, Becerra también se hizo un tiempo para visitar las zonas más afectadas por los incendios que se cobraron más de cien muertes a comienzos de febrero. Y de todo esto se nutrió su show, de su alegría y carisma en escena, pero también de su empatía con el país y con el público, que cayó una vez más rendido a sus pies.
“Quiero detenerme un minuto para recordar que, todos los que estamos acá, asumimos el compromiso de ayudar a que Viña se levante, después de la tremenda tragedia que tuvieron que afrontar”, dijo. “Fui testigo de los cerros quemados que dejaban ver en las marcas del fuego, que hace menos de un mes, ahí, habían casas. Escuché con mucho temor el relato de una madre sacando del fuego a su hijito”, decribio la cantante.