
Durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo de diciembre de 2024, se registraron 28 casos de niños quemados en Honduras debido al uso de pólvora, lo que representa una disminución en comparación con los 41 incidentes reportados en 2023.
El Dr. Ricardo Rodas, presidente de la Asociación de Médicos del Seguro Social, destacó que la mayoría de estos incidentes son prevenibles con una mayor supervisión parental. Señaló que los niños suelen quemarse cuando están solos y sin el debido cuidado. Además, mencionó que la reducción en el consumo de pólvora, posiblemente influenciada por factores económicos, ha contribuido a la disminución de casos. Sin embargo, hizo un llamado a los padres para redoblar esfuerzos en la vigilancia durante las festividades de fin de año.
En el Hospital Mario Catarino Rivas, al menos ocho personas ingresaron con quemaduras de pólvora tras las celebraciones de Nochebuena, la mayoría de los afectados siendo menores de edad provenientes de la zona norte del país. Uno de los casos más alarmantes involucra a un niño de 4 años, quien está en riesgo de perder su ojo derecho tras el estallido de pólvora durante las fiestas en Santa Bárbara. El menor permanece en estado delicado en dicho hospital.
A pesar de la reducción en los casos, los expertos insisten en que la clave para erradicar este problema es la prevención. Las familias deben comprometerse a garantizar la seguridad de los menores, especialmente en épocas festivas donde el uso de pólvora es recurrente.
Por otro lado, el Centro Hondureño de Niños Quemados (Cehniq) reportó un total de 427 niños quemados en 2024, de los cuales 12 fueron afectados por pólvora. Las autoridades enfatizan la responsabilidad de los padres en la vigilancia de sus hijos para prevenir estos incidentes.
Es fundamental que los padres y tutores mantengan una supervisión constante sobre los niños y eviten el uso de pirotecnia para garantizar su seguridad durante las festividades.