Los legisladores de la Ciudad de México aprobaron con una amplia mayoría la prohibición de las corridas de toros violentas, lo que ha generado indignación entre los aficionados y júbilo entre los defensores de los derechos animales.
La nueva ley, aprobada con 61 votos a favor y solo 1 en contra, prohíbe la muerte de los toros y el uso de objetos punzantes que puedan causar daño a los animales.
Además, establece límites de tiempo para la permanencia de los toros en la plaza, como parte de la iniciativa denominada ‘tauromaquia sin violencia’. La decisión provocó fuertes protestas por parte de taurinos y toreros, algunos de los cuales intentaron derribar una barricada policial frente al Congreso local.
Por otro lado, los activistas por los derechos de los animales y los legisladores que apoyan la ley celebraron la medida, reuniéndose en las escaleras del Congreso bajo la vigilancia de policías antidisturbios. «Era esto o nada», declaró Sofía Morín, defensora de los derechos animales y líder de la organización Cultura sin Tortura y México sin Toreo, quien impulsa el cambio legislativo. «Esta decisión representa un avance significativo en la protección animal».
La alcaldesa de Ciudad de México, Clara Brugada, del partido Morena, respaldó la medida, afirmando que esta decisión posicionará a la capital como una ciudad que respeta los derechos de los animales. La votación del martes parece ser un intento por encontrar un punto medio en un debate que ha generado divisiones durante años.