Los rebeldes chiíes hutíes informaron que el domingo lanzaron un ataque compuesto por 18 misiles balísticos y de crucero, así como drones, dirigido contra el portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman y los barcos de guerra que lo escoltaban, en el norte del mar Rojo.
El portavoz militar de los hutíes, el general de brigada Yahya Saree, explicó que este ataque era una respuesta a los más de 47 bombardeos aéreos ordenados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en áreas controladas por los rebeldes en Yemen, incluidas Saná, la capital, y la provincia de Saada, en la frontera con Arabia Saudita. «Las Fuerzas Armadas yemeníes no dudarán en atacar cualquier buque de guerra estadounidense en el mar Rojo y el mar Arábigo como represalia por la agresión contra nuestro país», afirmó Saree.
Tanto Estados Unidos como los hutíes han alertado sobre una posible escalada después de los ataques aéreos, que tenían como objetivo disuadir a los rebeldes de atacar embarcaciones militares y comerciales en una de las rutas marítimas más importantes del mundo. Los hutíes han atacado repetidamente la navegación internacional en el mar Rojo (hundiendo dos buques) justificando sus acciones como un acto de solidaridad con los palestinos en Gaza, en medio del conflicto entre Israel y Hamás, un grupo también apoyado por Irán.
El ataque cesó cuando se instauró un alto el fuego entre Israel y Hamás el 19 de enero, justo un día antes de que Trump asumiera el cargo. Sin embargo, la semana pasada, los hutíes anunciaron que reanudarían sus ataques contra los barcos israelíes después de que Israel impusiera un bloqueo a Gaza, interrumpiendo el suministro de ayuda humanitaria.