El piloto neozelandés Liam Lawson vivió un inicio de temporada complicado como nuevo piloto titular de Red Bull, tras retirarse por un choque en el Gran Premio de Australia de F1.
Las críticas no tardaron en llegar, tanto de quienes consideraban que el japonés Yuki Tsunoda era una mejor opción, como de aquellos que preferían que el mexicano Sergio «Checo» Pérez continuara en el equipo.
A pesar de lo difícil que fue este debut para el joven piloto de 23 años, y de que su rendimiento estuvo lejos de las expectativas, calificar su inclusión en el primer equipo de Red Bull como un error parece un juicio apresurado.
Aunque los aficionados tienen el derecho de expresar sus opiniones sobre los pilotos de la F1 y, aunque es casi una tradición alegrarse por las dificultades del «villano» que ocupa el lugar del ídolo mexicano, el Gran Premio de Australia es solo el primero de los 24 que conforman el calendario de 2025. Aún quedan muchas carreras por disputar.
Es cierto que Lawson nunca estuvo cerca de Max Verstappen, una tarea que resulta casi imposible para cualquier piloto que compita en el mismo equipo que el campeón de la F1. Sin embargo, el neozelandés también enfrentó numerosos problemas para mantener el auto en la pista durante todo el fin de semana.
Sesión tras sesión, los problemas de Lawson se acumularon y se convirtieron en una pesada carga que oscureció su rendimiento a lo largo del evento.