El VAR añadió un nuevo capítulo a su polémica al anular el penalti convertido por Julián Álvarez durante el enfrentamiento entre Atlético de Madrid y Real Madrid por un lugar en los cuartos de final de la Liga de Campeones. El gol del argentino habría igualado la tanda de penaltis 2-2, pero el Real Madrid terminó imponiéndose por 2-4.

La eliminatoria se tornó aún más incierta, causando incredulidad entre los seguidores del Atlético cuando el árbitro polaco Szymon Marciniak revirtió su decisión y anuló el gol después de haberlo validado inicialmente.

Álvarez, quien resbaló al ejecutar el disparo, había superado al portero belga Thibaut Courtois en el cuarto intento, marcando el 2-2. Sin embargo, el VAR alertó al árbitro sobre una supuesta infracción: el delantero habría tocado el balón con ambos pies al ejecutar el lanzamiento, lo cual viola las reglas establecidas por la International Football Board (IFAB) en la norma 14 sobre penaltis.

El primer epígrafe de esta norma establece que «el ejecutor del penalti debe golpear el balón con el pie hacia adelante; se permite usar el tacón siempre que el balón avance» y especifica que el lanzador «no podrá tocar el balón por segunda vez hasta que otro jugador lo haya tocado.»

El segundo punto indica que, en caso de infracción, se concederá un libre indirecto, o libre directo si el balón es tocado con la mano. Debido a que el lanzamiento de Álvarez fue en una tanda decisiva de penaltis, el gol fue invalidado. Esta decisión generó controversia entre los miembros del Atlético, quienes argumentan que las imágenes no evidencian el supuesto doble toque del argentino, como señaló Diego Pablo Simeone en la rueda de prensa posterior.