
Una torre de la ciudad italiana de Bolonia, menos conocida que la de Pisa, pero igual de inclinada, ha sido precintada por las autoridades, que afirman que corre un alto riesgo de derrumbarse.
Se ha empezado a construir una barrera de cinco metros de altura alrededor de la torre medieval de la Garisenda para contener los escombros en caso de que caiga. La torre, del siglo XII y de 47 metros de altura, tiene un ángulo de inclinación de cuatro grados, pero los estudios han descubierto cambios en la dirección de su inclinación.