La compañía nuclear ucraniana Energoatom ha acusado este viernes a las fuerzas de Rusia de secuestrar a tres trabajadores de la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, y ha reclamado al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que «hagan todos los esfuerzos posibles» para liberar a estas personas «cautivas en manos de terroristas rusos».
«Los racistas han intensificado su represión contra empleados de la central nuclear de Zaporiyia», ha dicho Energoatom a través de su cuenta en Telegram, donde ha detallado que «el Ejército ruso irrumpió en las instalaciones del Departamento de Programas Sociales, donde, en presencia de trabajadores, golpearon en la cabeza al jefe del departamento, Oleksi Trubenkov, y a su ‘número dos’, Yuri Androsov».
«Tras una brutal paliza, los invasores se los llevaron de las instalaciones y los trasladaron a paradero desconocida. Además, los racistas detuvieron y lanzaron al sótano al jefe de personal, Konstantin Beiner, que es una persona directamente responsable de seguridad nuclear y sobre radiación», ha apuntado, sin que Rusia se haya pronunciado sobre estas acusaciones.
Así, Energoatom ha hecho hincapié en que «los ocupantes intentan obtener la lealtad del valiente personal proucraniano en la central, aumentando el número de empleados trasladados a la falsa Organización sobre Operaciones en la Central Nuclear de Zaporiyia, que es gestionada por Rosatom, para informar a (el presidente ruso, Vladimir) Putin sobre el apoyo del personal ucraniano a las acciones fascistas y terroristas de Rusia».
«Los invasores no pueden hacerlo porque el personal resiste, así que se convierten en policías y carceleros, intensificando sus ataques contra trabajadores patrióticos que siguen queriendo trabajar para Ucrania», ha reseñado Energoatom, que ha solicitado al director general del OIEA, Rafael Grossi, y a la comunidad internacional, que trabajen para lograr liberar a los detenidos.
