El criptoproyecto de Donald Trump, World Liberty Financial, parecía un fracaso. El presidente electo y sus hijos habían estado promocionando su criptodivisa durante semanas, diciendo que “nuevamente haría grandiosas las finanzas”, pero la industria la rechazó ampliamente. Las ventas quedaron un 93% por debajo del objetivo, tan bajas que no alcanzaron el mínimo requerido para generar un pago a Trump.
Entonces, el 25 de noviembre, Justin Sun —un llamativo empresario del criptomercado nacido en China— anunció que estaba invirtiendo US$30 millones en tokens World Liberty. Eso empujó al proyecto por encima del umbral y los Trump ahora pueden cobrar al menos US$15 millones, según los términos de World Liberty.
Sun, de 34 años, que cinco días antes pagó US$6,2 millones en una subasta de Sotheby’s por un plátano pegado con cinta adhesiva a una pared, es una figura controvertida en el mundo de las criptomonedas. Está luchando contra una demanda de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés), que lo demandó en 2023 por supuesto fraude a los inversionistas al manipular el precio de su criptodivisa Tron con operaciones falsas, algo que él ha negado.
Este año, cuando se involucró en un criptoproyecto llamado WBTC, otros implicados amenazaron con retirarse. Pero en cambio, World Liberty lo nombró asesor y lo incluyó en el negocio con Trump, su “principal defensor de las criptomonedas”, y sus hijos Eric, Don Jr. y Barron, que figuran como “embajadores Web3”.
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“World Liberty Financial puede ser un faro para hacer avanzar toda la industria blockchain en EE.UU.”, dijo Sun el miércoles en una entrevista desde Hong Kong, donde dice que pasa la mayor parte de su tiempo. “Debido al enfoque de la SEC de regular mediante la aplicación de la ley, las criptomonedas en EE.UU. han estado en desventaja. No tenían una organización que uniera a la gente”.
La criptodivisa de World Liberty no es muy atractiva como inversión. Los tokens no prometen una participación en los ingresos de la empresa. Y las monedas no pueden revenderse, a menos que se cambien las reglas del proyecto. Pero sí representan una buena forma de enviar dinero a los Trump. Ahora que el proyecto ha recibido más de US$30 millones, el 75% de todos los ingresos se pagan a la empresa de Trump DT Marks DEFI LLC, según el documento con los términos del negocio.
La inversión de Sun muestra cómo la criptodivisa de Trump —junto con su empresa que cotiza en bolsa, Trump Media & Technology Group Corp— presenta nuevas oportunidades para que los ricos se ganen el favor. Durante su primer mandato, gobiernos extranjeros gastaron millones de dólares en su hotel de Washington DC. Ese conflicto de intereses parece “increíblemente trivial comparado con otros”, dijo Jeff Hauser, director ejecutivo de Revolving Door Project, una organización sin fines de lucro que examina a las personas nombradas para el poder ejecutivo.