
Las calles de Potrerillos, en el departamento de Cortés, se han convertido en el hogar temporal para varias familias, víctimas de inundaciones repentinas que arrasaron con sus viviendas y pertenencias. La crecida del agua, sin previo aviso, sumió a los residentes en el pánico y la desesperación, dejándolos sin tiempo para salvar sus posesiones.
Una de las afectadas, Doña Nicolasa López, no pudo contener las lágrimas al rememorar los momentos de pánico que vivió cuando su vivienda fue invadida por las aguas. Asimismo, muchos de los damnificados se mantienen en el lugar, a pesar de la difícil situación, por temor a que les roben lo poco que les queda.