
En la Homilía dominical, celebrada en la Catedral San Miguel Arcángel, el sacerdote Orvin David Morales dio lectura al mensaje preparado por el arzobispo de Tegucigalpa, José Antonio Nácher Tatay, que exhorta a hacer el bien y a no pecar.
«Si el pecador recapacita y se arrepiente de sus pecados no morirá dice el Señor. Una de las grandes novedades de la fe, es que nadie está determinado previamente sobre su futuro.
El mensaje dice que el hombre está condicionado, sí, pero no determinado. Porque la vida y sus decisiones más importantes están siempre en nuestras manos, y lo que constituye respuestas humanas no está escrito para siempre
«Las enseñanzas dadas a la comunidad están llamadas a ser asumidas interiormente por cada uno, no basta ya un cumplimiento externo, visiblemente constatable, sino una vivencia libre y consciente de la voluntad de Dios», expresó.