Nacido en Chicago hace 69 años, Prevost llegó al Perú en 1985 como parte de una misión agustiniana, apenas tres años después de haberse ordenado sacerdote. Regresó en 1988 para liderar el seminario agustiniano de Trujillo durante una década.
En 2014, volvió al país como administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo, y posteriormente fue nombrado obispo de esa misma jurisdicción. Según reportes de RPP, para asumir estos roles se nacionalizó peruano, en cumplimiento de un concordato entre el Vaticano y el Estado peruano.
Entre 2018 y 2023 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y también estuvo al frente del Callao como administrador apostólico entre 2020 y 2021.
En los últimos años, desempeñó un papel clave en el Vaticano: presidió la Pontificia Comisión para América Latina y, desde 2023, dirigió el Dicasterio para los Obispos, tras ser convocado por el Papa Francisco, con quien mantenía una relación cercana.