El fiscal ha reiterado este jueves en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid su solicitud de una pena de cuatro años y nueve meses de prisión para Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, por defraudar más de un millón de euros a la Hacienda Pública.
Se le acusa de evadir 1.062.079 euros durante los ejercicios fiscales de 2014 (386.361 euros) y 2015 (675.718 euros), cuando Ancelotti estuvo al mando del Real Madrid.
Por su parte, el abogado de Ancelotti, quien afirmó que nunca tuvo la intención de defraudar a Hacienda y que siguió las indicaciones del club y sus asesores, solicitó la absolución de su cliente. Alternativamente, en caso de condena, pidió que se consideraran como atenuantes el haber pagado la deuda en diciembre de 2021 y las dilaciones indebidas.
El fiscal, sin embargo, descartó la atenuante de reparación del daño, ya que, aunque Ancelotti pagó los 1.400.000 euros que cubrían la deuda, el recargo y los intereses, lo hizo el 27 de diciembre de 2021, tras un proceso de embargo impuesto por la Agencia Tributaria.
El fiscal subrayó que no es lo mismo declarar que se ha saldado la deuda que comprobar cómo se ha hecho, y pidió que Ancelotti fuera condenado a una multa de 3.186.237 euros además de la pena de prisión.
El abogado del Estado, en representación de la Agencia Tributaria, se unió a la acusación, argumentando que, en colaboración con el Real Madrid, Ancelotti estableció una estructura societaria para recibir pagos por la cesión del 50% de sus derechos de imagen.
Esto permitió al club beneficiarse fiscalmente mientras Ancelotti ocultaba ingresos para evitar tributar. Además, el abogado indicó que Ancelotti utilizó una empresa sin actividad en las Islas Vírgenes, considerada un paraíso fiscal, y destacó que, a efectos penales, no podía alegar desconocimiento.
Durante su declaración, Ancelotti explicó que ni el club ni sus asesores le advirtieron sobre la posible irregularidad en la gestión de sus derechos de imagen, y que siempre creyó que la cesión formaba parte de su salario de seis millones netos por temporada, según su contrato firmado en 2013 con el Real Madrid.
El abogado de Ancelotti, Carlos Zabala, argumentó que su cliente había sido «mal asesorado» y que los contratos en cuestión fueron mal estructurados.