La comunidad católica se congregó en la Basílica Menor de Suyapa para participar en la misa de Pascua Eterna en memoria del papa Francisco.
El mensaje central de la eucaristía destacó el profundo dolor por su partida, la esperanza que deja como legado y las enseñanzas que marcaron su vida. Se recordó que el papa Francisco emprendió su camino hacia la Casa del Padre, dejando una huella imborrable tanto en la Iglesia como en el mundo.
Durante la homilía, se subrayó que el camino a Emaús representa el trayecto de todo cristiano, y que la resurrección de Cristo simboliza una explosión de esperanza, siendo esta la base de la fe. Asimismo, se reconoció que el papa Francisco, en su andar como bautizado, sacerdote, obispo y pastor universal, se convirtió en un pilar de esperanza, llevando consuelo y guía al mundo entero.
La Basílica se colmó de fieles que expresaron su admiración por la entrega, humildad y amor del Santo Padre, cuyo pontificado de 12 años transformó la vida de miles de personas.
Por su parte, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez y el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher Tatay, viajaron a Roma para asistir a la misa fúnebre que se celebrará en la Plaza de San Pedro, frente a la basílica homónima, donde el pontífice argentino ofreció su última aparición pública el pasado Domingo de Resurrección.