
La adicción al fentanilo es un flagelo que azota duramente a Estados Unidos. Este peligroso opioide sintético, 50 veces más fuerte que la heroína, es exportado desde México por los cárteles de la droga.
Con el fentanilo, los cárteles ya no necesitaban cultivar opio ni depender de las comunidades rurales para producirlo.
Esta sustancia es ligera, discreta y fácil de producir y transportar. Además, puede hacerse pasar por una pastilla inofensiva, lo que explica el elevado número de muertes por sobredosis.