
Los fuertes aguaceros que afectan la región occidental del país han activado los comités de emergencias municipales y locales, de los que la Policía Nacional es parte, para socorrer a las personas que residen en zonas vulnerables.
Desde que se presentaron las alertas por inundaciones y deslaves, los agentes de la Unidad Departamental de Policía número 4 (Udep-4) colaboran en las tareas de evacuación de las familias que habitan en sitios afectados por las lluvias. El municipio de Copán Ruinas es donde se reporta la mayor afectación.
Parte de las diligencias implementadas por los uniformados es concienciar a los residentes a estar alerta ante las súbitas crecidas en los caudales de ríos y quebradas, lo que podría representar un nivel considerable de riesgo.
La saturación en los suelos está generando fallas geológicas que representan riesgo, por lo que es vital desalojar a tiempo.