Walter Frankenstein, sobreviviente del Holocausto y testigo de un encuentro con Adolf Eichmann, uno de los principales responsables de la denominada «solución final», falleció en Estocolmo a los cien años de edad.
La Fundación Monumento a los Judíos Asesinados en Europa anunció en un comunicado que Frankenstein murió a pocos meses de cumplir 101 años. Nacido el 30 de junio de 1924 en Flatow, Prusia Occidental, provenía de una familia judía.
Tras la llegada al poder del régimen nazi y la exclusión de los judíos del sistema educativo público, Frankenstein se trasladó en 1936 a Berlín con la ayuda de su tío. Allí ingresó al orfanato Auerbach, que servía de refugio para niños judíos.
Al no poder concretar su aspiración de convertirse en arquitecto, comenzó en 1938 una formación como albañil en la escuela de construcción de la comunidad judía.
Durante esos años conoció a su futura esposa, Leonie Rosner. En 1941, mientras trabajaba en una oficina nazi instalando un cable telefónico, tuvo un encuentro que marcaría su memoria: un alto oficial, posteriormente identificado como Eichmann, le dirigió una amenaza cargada de desprecio.