
Autoridades de Polonia, informa que ponen rumbo en los niveles de partículas finas, desafían regularmente los límites europeos. Varsovia es un ejemplo de ello. En invierno, la capital sufre episodios de niebla creada por las emisiones de CO2.
«Cuando llega el invierno y la gente empieza a calentar sus casas… Se vuelve terrible“, dice una ciudadana de la capital.
La calefacción de carbón es la principal fuente de contaminación. Varsovia se ha embarcado en una misión para sustituir estas estufas, que los lugareños llaman “fumadores”.
La ciudad acaba incluso de prohibirlas.
«Ha habido muchos cambios en los últimos años. Incluso en esta casa centenaria han instalado gas. Tenemos un ‘cuerpo de policía’ especial que controla la situación. Incluso los vecinos empiezan a controlar la situación. La gente está aprendiendo mucho», afirma el alcalde de Varsovia.
La calidad del aire ha seguido mejorando, según los datos de la estación cercana.