
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha dado luz verde para la potencial venta a Japón de 400 misiles Tomahawk junto con su equipamiento correspondiente, con un costo estimado de 2.350 millones de dólares.
Esta venta, según el comunicado, respaldará los objetivos de política exterior y seguridad nacional de Estados Unidos al fortalecer la seguridad de un aliado clave en la región del Indo-Pacífico, sin alterar el equilibrio militar regional ni afectar la preparación defensiva de EE. UU. Es importante recordar que, tras la Segunda Guerra Mundial, Japón se vio limitado por una Constitución que restringe sus acciones militares, a operaciones estrictamente de autodefensa y establece límites en la inversión en el sector militar.