El agua con gas es una bebida popular desde hace años e incluso ha llegado a ocupar el lugar de muchos refrescos. Un estudio de mercado señaló que se espera que el sector del agua carbonatada alcance casi los 48 mil millones este año a nivel mundial, siendo los norteamericanos los mayores consumidores. En otras palabras: nos encanta nuestra agua con burbujas.
Muchas personas consideran que el agua con gas es una alternativa mejor que los refrescos azucarados. Pero, ¿qué tal le va en comparación con el agua sin gas natural? Esta es la opinión de los médicos y nutricionistas.
¿Qué es exactamente el agua con gas?
Quizá conozcas bien el agua con gas, pero no está de más repasar algunos conceptos básicos. El agua con gas, también conocida como agua carbonatada, es agua a la que se le ha añadido gas de dióxido de carbono bajo presión, explicó el dietista Scott Keatley, copropietario de Keatley Medical Nutrition Therapy. Ese proceso crea una reacción de carbonatación que le confiere al agua con gas sus burbujas.
Sin embargo, el agua con gas no es lo mismo que el agua tónica, que también es gaseosa, pero contiene quinina y tiene un sabor amargo. Además, hay muchas versiones de agua carbonatada, desde la tradicional Perrier hasta opciones saborizadas como La Croix (disponible en sabores como coco, mojito, mandarina, etc.).
¿El agua con gas es mejor que el agua natural?
El agua con gas sin sabor y la natural son bastante similares en términos de beneficios para la salud. “El agua con gas no calórica no es mejor ni peor que el agua natural”, le dijo a Yahoo Vida y Estilo Jennifer Sacheck, catedrática de Ciencias del Ejercicio y la Nutrición en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington. Afirmó que el agua con gas solo es una alternativa más a beber agua del grifo.
“La carbonatación no tiene ningún beneficio comprobado sobre la salud y no es dañina, se disipa rápidamente en el torrente sanguíneo”, añadió Sacheck. Keatley coincide: “tanto el agua con gas como la del grifo proporcionan la hidratación que tu cuerpo necesita para funcionar y ninguna contiene calorías, azúcar u otros componentes que puedan afectar tu salud”, explicó.
De hecho, Keatley señaló que el agua con gas puede animar a las personas a las que no les gusta el agua natural a mantenerse mejor hidratadas. “En el caso de quienes se esfuerzan por beber más agua, la versión carbonatada puede ser una alternativa útil para aumentar la ingesta general de líquidos”, apuntó. “En general, elegir agua con gas o natural depende de las preferencias personales y de los problemas de salud subyacentes”.
También es importante tener en cuenta con qué las personas sustituyen el agua con gas, señaló Keatley. “El agua carbonatada puede ser una alternativa más saludable que los refrescos azucarados y otras bebidas con azúcar, que se han relacionado con el desarrollo de obesidad, diabetes tipo 2 y caries”, explicó.
¿Beber agua con gas te ayudará a perder peso?
Probablemente no. Un estudio reciente publicado en BMJ Nutrition, Prevention & Health sugirió que el agua con gas podría ayudarte a adelgazar, pero Keatley dijo que los hallazgos han sido malinterpretados. Los investigadores analizaron el impacto del agua carbonatada en el cuerpo y descubrieron que el dióxido de carbono presente en el agua con gas pasa por varios procesos en el torrente sanguíneo que, en última instancia, aceleran la absorción del azúcar en sangre por parte de los glóbulos rojos. Como resultado, el agua carbonatada puede reducir el nivel de azúcar en sangre en el organismo. Se considera que tener bajo control la glucemia es un factor importante para perder peso porque aumenta la eficiencia de las células para quemar la grasa, explicó Keatley.
Muchas personas han interpretado esos hallazgos sugiriendo que beber agua con gas de manera habitual te ayudará a perder peso, pero eso no fue lo que encontró el estudio. De hecho, los autores concluyeron: “la cantidad es tan pequeña que es difícil que el dióxido de carbono presente en el agua carbonatada provoque una pérdida de peso por sí solo”.
¿Afecta el agua con gas a los dientes?
Un detalle más a tener en cuenta: en Internet algunas personas afirman que el agua con gas es mala para los dientes, pero la mayoría de los dentistas aseguran que esos temores son exagerados. “El agua con gas es carbonatada, lo que hace que sea ligeramente ácida. Sin embargo, a menos que los dientes estén sumergidos constantemente en agua con gas, no es dañina”, le aseguró a Yahoo Vida y Estilo Julie Cho, dentista en la ciudad de Nueva York.
Mark Wolff, decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Pensilvania, le dijo a Yahoo Vida y Estilo que el ácido presente en el agua con gas es “débil” y “generalmente la saliva lo neutraliza con rapidez”. Si te preocupa que el ácido del agua carbonatada pueda provocar erosión dental, Cho sugiere intercalar agua con gas y natural.
En conjunto, los expertos enfatizan que el agua con gas no es más saludable ni peor que la versión natural, es solo agua presentada de manera diferente.
¿Puedes tomar tanta agua con gas como quieras?
En sentido general, Keatley dijo que puedes beber toda el agua con gas que quieras. “Sin embargo, el agua común podría ser ligeramente mejor para las personas propensas al reflujo ácido o a la hinchazón, ya que el proceso de carbonatación puede empeorar los síntomas al relajar el esfínter esofágico inferior y añadir gas en el tracto gastrointestinal”, recomendó. En otras palabras, el agua con gas puede provocar más gases e hinchazón que el agua del grifo.
Las opciones saborizadas también son buenas, pero Sacheck recomienda evitar las que tienen un alto contenido de azúcar y edulcorantes artificiales. “Es importante valorar el producto específico”, aconsejó Keatley. “Algunos incluyen azúcares añadidos o edulcorantes artificiales que pueden aumentar la ingesta calórica o producir efectos metabólicos, dependiendo del tipo y la cantidad que consumas”.
El agua con gas saborizada también suele contener ácido cítrico, que puede tener un efecto más negativo en los dientes, añadió Wolff. “Si las bebidas carbonatadas contienen azúcares, debemos recordar que pueden crear un ambiente que facilite las caries”, agregó.
¿El recipiente influye?
Los expertos generalmente coinciden en que es mejor evitar el agua con gas en recipientes de plástico, siempre que sea posible. Citaron un estudio reciente que descubrió que en un litro de agua embotellada hay alrededor de 240 000 piezas diminutas de plástico. “Siempre que sea posible, prefiero evitar el plástico y usar el vidrio”, reconoció Sacheck.
Pero si te gusta beber agua con gas regularmente, no necesitas dejar de hacerlo. “El agua con gas no es inherentemente mejor o peor que el agua potable para la mayoría de la gente”, concluyó Keatley.