Rodeada de los empleados que quedan en la calle, una empresaria sampedrana se encadenó ayer, luego que el alcalde sampedrano, Roberto Contreras, le cerrara su negocio.
Se trata de Inés Altamirano, quien atada de manos y pies, demandó a las autoridades municipales que le permitan mantener abierto su negocio, localizado en el sector conocido como Río de Piedras de San Pedro Sula.
“Yo salí contenta a atender al alcalde cuando lo vi, creyendo que como él dice que apoya a los emprendedores, nos venía a apoyar, cuando me dice este es un burdel… cuando no es cierto y puedo demostrar que es un negocio decente, de donde dependen muchas familias y empleados”, relató la mujer al recibir los insultos del alcalde.
“Acá nos vino a decir que el negocio no es un restaurante, sino un burdel, cosa que no es verdad, acá no se vende alcohol después de las 5:00 de la tarde, acá vienen familias completas a disfrutar de comida al estilo mexicano y nacional”, defendió.
Señaló que ella no ha tenido quejas de los vecinos, más que de una que es de nacionalidad costarricense y es la que sabemos que siempre está poniendo en mal al negocio.
Dijo que ese día fueron citados al Juzgado de Policía Municipal donde les notificaron que el negocio está cerrado por faltar a la ley.
“Son varias las familias que se han quedado sin empleo con el cierre del restaurante, y me encadeno porque así nos ha enseñado el alcalde”, dijo en alusión a una vez que Contreras se encadenó en protesta por el alto consumo reflejado en su recibo de energía.
Por su parte, el edil sampedrano, Roberto Contreras, dijo que atendiendo una segunda denuncia sobre el restaurante sobre el alto volumen.
“Nunca en nuestra administración vamos a cerrar un negocio, sin embargo, hay varias denuncias sobre el alto volumen que no deja dormir a los vecinos”, indicó.
Agregó que el negocio es un bar y no un restaurante que pone música en vivo que lesiona la Ley de Convivencia.
Sostuvo que por colocar música ella paga un impuesto de 300 lempiras que está estipulado en la ley, “pero las denuncias de los vecinos han mandado audios que el alto volumen de la música es insoportable”, expresó.