
El fuerte terremoto que golpeó varias zonas del Atlas el pasado 8 de septiembre dañó gravemente importantes sitios históricos del país que remontan a más de ocho siglos. Algunos han quedado reducidos a ruinas, como la mezquita Tinmel, un edificio clave del siglo XII Patrimonio de la Humanidad.
El seísmo golpeó las regiones de Al Haouz, Tarudant y Marrakech, zonas de gran simbolismo histórico al ser los feudos de los imperios más importantes de Marruecos desde la Edad Media, con los Almorávides (siglo XI), los Almohades (XII) y los Saadiín (siglo XVI), que dejaron una multitud de mezquitas, edificios y kasbas (fortalezas) que resistieron al paso de los siglos, pero algunos no se salvaron del seísmo.
Una fuente del Ministerio de Cultura marroquí explica a EFE que, tras la tragedia, se realizó un primer inventario de los monumentos damnificados que incluye sitios en Marrakech, Tarudant, Al Haouz y en Uarzazate.