Después del anuncio de la fecha del funeral del papa Francisco, previsto para este sábado con la presencia de líderes internacionales, se espera que también se defina la fecha para el cónclave. Según el protocolo, este debe comenzar al menos 15 días después de la muerte del papa (es decir, el 6 de mayo), y no más tarde de 20 días (11 de mayo).

Durante el cónclave, los cardenales electores se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco, quien falleció el lunes a los 88 años. Este proceso se llevará a cabo conforme a la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996, aunque aún no se ha fijado una fecha específica.

El proceso de selección del nuevo papa comenzará con el sorteo de tres cardenales, quienes serán designados como «escrutadores», otros tres cardenales llamados infirmarii serán responsables de recoger los votos de los cardenales enfermos, y tres cardenales adicionales se encargarán de verificar el recuento.

Los cardenales, sentados juntos, recibirán papeletas con la inscripción «Eligo in Summum Pontificem» (Elijo como Sumo Pontífice) en la parte superior y un espacio en blanco debajo.

Cada cardenal escribirá el nombre de su candidato de forma que su caligrafía sea lo menos reconocible posible, doblará la papeleta y se dirigirá al altar para depositarla en la urna. Al hacerlo, pronunciará en latín el siguiente juramento: «Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido».

Una vez que todos los votos se hayan depositado, un escrutador agitará la urna para mezclar las papeletas, las transferirá a otro recipiente y las contará. Dos escrutadores anotarán los nombres, mientras que un tercero los leerá en voz alta y perforará las papeletas con una aguja. Los revisores confirmarán que no haya errores en el proceso.

Si ningún cardenal obtiene los dos tercios de votos necesarios, se procederá a una nueva votación. A excepción del primer día, se realizarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde hasta que se elija un nuevo papa.

Tras cada ronda de votación, las papeletas y las notas serán quemadas en una estufa, y la chimenea de la Capilla Sixtina, visible desde la plaza de San Pedro, emitirá humo negro si no se ha logrado un acuerdo, o humo blanco si se ha elegido al nuevo papa.

Si no se elige un papa tras tres días de votación, se suspenderá temporalmente el proceso para un día de oración.