El Papa Francisco hizo una aparición pública sorpresa este domingo, siendo la primera vez que se le ve en público desde que salió del hospital hace dos semanas.
El líder de la Iglesia Católica saludó a la multitud en el Vaticano, mostrando buen ánimo. Estaba sentado en una silla de ruedas y utilizaba una cánula nasal para facilitar su respiración.
A sus 88 años, el Papa pasó cinco semanas hospitalizado entre febrero y marzo debido a una neumonía.
Según su equipo médico, estuvo al borde de la muerte durante su enfermedad. Esta vez, Francisco mostró una mejoría notable en su salud en comparación con su última aparición pública, ocurrida dos semanas antes de ser dado de alta del Hospital Gemelli de Roma, cuando le costaba hablar y levantar los brazos.
En esa ocasión, aún pudo saludar a los fieles y mostró un pulgar hacia arriba desde un balcón.
Este domingo, el Papa movió los brazos con mayor facilidad. Aunque su voz seguía siendo débil, se notaba más fuerte que en su última aparición.
La aparición del Papa no había sido anunciada previamente, y miles de fieles se reunieron en la Plaza de San Pedro para verlo después de una misa dedicada a los enfermos.
Cuando Francisco fue llevado en silla de ruedas, la multitud estalló en vítores.
El Vaticano informó que el Papa se había confesado en la Basílica de San Pedro por la mañana, antes de saludar a los peregrinos y fieles en la plaza.
Francisco había sido ingresado en el Hospital Gemelli el 14 de febrero por una grave infección respiratoria, que luego fue diagnosticada como una infección polimicrobiana que evolucionó a neumonía bilateral.
Fue dado de alta el 23 de marzo y se esperaba que se recuperara en la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano. Sus médicos indicaron que necesitaría al menos dos meses para recuperarse completamente.